GENERANDO BUENOS HÁBITOS

En este rugby moderno, tan dinámico,de muchas fases y de defensas tan organizadas considero que es muy importante generar desde chicos algunos hábitos importantes en los jugadores, que nos aseguren un futuro jugador inteligente y adaptado a las exigencias del rugby actual. Estos hábitos no estan referidos solo al ataque y la defensa, también los podemos dividir en tácticos y técnicos, es decir en decisiones y en la realización correcta del gesto que lleve a un buen final esa correcta elección realizada por el jugador.

Si describimos los tres pasos lógicos por los que debe pasar un jugador en situación de juego empezamos por VER, luego DECIDIR y finalmente HACER, los dos primeros están en el campo de la táctica y el tercero es puramente técnico, el cómo hacer el gesto final.


JUGANDO ADELANTE DE LOS DEFENSORES

Si dividimos al ataque entre lo que sucede cuando los jugadores están adelante de la línea de defensa, es decir en el inicio de todos los lanzamientos de juego desde formación fija y desde los relanzamientos desde formaciones móviles y adentro de la defensa, cuando los jugadores entran en el contacto con el rival buscando penetrar. En cada uno de estos estadíos tenemos hábitos para iniciar en los jugadores. Cuando se encuentran adelante de la defensa es importante que se acostumbren a posicionarse ocupando el ancho del campo (dependiendo de la longitud de los pases en cada edad de rugby infantil y juvenil), al estar bien abiertos van a lograr que la defensa se abra también y aparezcan los espacios generados en los intervalos entre los defensores. De este modo tienen mas posibilidades de penetrar con éxito y cerrar al equipo rival para explotar luego el espacio en los extremos del campo, si la defensa no se abre es el momento indicado para transformar en juego desplegado y hacerle llegar la pelota (ojo con los salteos) a los jugadores que estaban en los espacios libres.Para poder tomar estas decisiones es fundamental incorporar otro hábito en los jugadores, especialmente en los naturales lanzadores (generalmente el 10, pero luego de sucesivas fases cualquier jugador puede encontrarse ante esa gran responsabilidad de decidir como lanzar o relanzar), el hábito al que hacemos referencia es el de mirar como está posicionada la defensa (volvemos a la referencia de ver, decidir y hacer).Una vez que el equipo está ancho y el lanzador mira para adelante tenemos que lograr que los jugadores se posicionen profundos, es decir que siempre que hay un lanzamiento oun relanzamiento el lanzador (más adelante pediremos que sea en todos los canales a lo ancho del campo)tenga un apoyo profundo sobre su hombro interno, es fundamental que sea sobre su hombro interno ya que desde esa posición puede cumplir varias funciones para ayudar al lanzador del juego:- El lanzador lo puede utilizar como penetrador por el canal interno o externo.- El lanzador lo puede utilizar como señuelo para cortarse él o bien para mantener a la defensa en ese canal y jugar en otro.- El lanzador puede utilizarlo como conservador de la pelota cuando él sea quien penetre (recibiendo un pase del piso, limpiando un ruck o haciendo avanzar un maul,etc.).De esta manera el lanzador jugará con la confianza de contar con una red, una rueda de auxilio, con una garantía que hasta le permita equivocarse y volver a relanzar sin el riesgo de perder la posesión, para lograr esa confianza es fundamental que el apoyo además de colocarse comunique su posición al lanzador.Finalmente si logramos que el equipo esté ancho, con apoyos profundos y el lanzador (también sus compañeros) miren para adelante, en ataque y en defensa necesitamos incorporar un último hábito en esta corta lista que vamos a ir variando e incrementando con el tiempo de evolución de los jugadores y del juego, éste es el de correr derecho atacando a la defensa, pero la génesis del problema de la lateralización de las carreras es la mala posición del cuerpo en el inicio del lanzamiento del juego. Tenemos que lograr que los jugadores estén con los pies y las caderas orientadas hacia el ingoal contrario y con la suficiente profundidad que les permita fijar las marcas (evitando la barrida de la defensa) y tengan tiempo de mirar y cambiar los ángulos de carrera, controlando la ansiedad por irse para adelante (la ansiedad y la precipitación son los enemigos principales de la continuidad).

JUGANDO ENTRE LOS DEFENSORES

Una vez que logramos generar un desequilibrio en la defensa a través de los hábitos descriptos anteriormente, necesitamos jugar correctamente adentro de la defensa para explotar con éxito ese desequilibrio generado (que tanto trabajo nos costó lograr). Para lograr esto debemos incorporar algunos hábitos característicos del juego de contacto, el primero es el de avanzar manteniéndose de pie y haciéndose pases seguros, llamando seguros a aquellos pases que se realizan entre jugadores que penetran por el mismo canal y desechando los peligrosos pases entre las manos de los defensores rivales, éste hábito nos va a llevar naturalmente al de apoyar al portador por el mismo canal que está avanzando, ya que desde esta posición (profundo, atrás del portador y comunicándome) estoy disponible para solucionar todos los inconvenientes que se le presenten al que debe decidir. Es un error muy común especialmente del rugby juvenil el pasarse al canal siguiente al del portador con el fin de jugar por la espalda de los defensores, esta acción termina exitosamente siempre que el portador logre pasar las manos, si no lo logra ese apoyo deja de serlo activamente, en cambio si se mantiene profundo tiene la doble posibilidad de actuar si el portador es detenido o bien luego podrá llegar a apoyar en el canal siguiente, la falta de paciencia para esperarla decisión del portador hace que se pierda la pelota, otro hábito importante es el de cambiar el ritmo al recibir la pelota, de modo tal que el portador siempre esté adelante de sus apoyos, situación que garantiza la continuidad del juego. Una vez que se logró agrupar a la defensa o bien se frena la continuidad por ese canal se debe transformar el juego, penetrando por otro canal, con juego desplegado buscando los espacios laterales o jugando con el pie buscando los espacios profundos, según la situación lo requiera, basándome en el posicionamiento de la defensa y de mis apoyos, es en este instante donde muchos equipos fallan,ya que esa transformación si es lenta permite que la defensa se ordene y el trabajoso desequilibrio generado se diluye con un ruck lento, un pase al piso o un maul frenado. Es por eso que debemos generar el hábito de transformar el juego con velocidad, a través de pases (transformación directa), ruck veloz o bien maul dinámico (sacar la pelota cuando el maul aún está en movimiento).

HÁBITOS TÉCNICOS

Para poder concluir con éxito cualquier decisión correctamente tomada es imprescindible realizar en forma correcta el gesto técnico seleccionado para utilizar en aquella elección táctica antes mencionada. Si bien son muchos los gestos que se utilizan en el rugby y cada uno de ellos está dividido como cualquier movimiento en sus fases de preparación,ejecución y terminación vamos a mencionar en este caso algunos hábitos o partes de la técnica claves para este rugby moderno y dinámico. El primero es el de recibir la pelota a la altura del pecho con los brazos semiextendidosy los dedos hacia arriba,de modo tal que esa altura nos permita ver la pelota (para lograr control) pero también mantener en el campo visual periférico lo que está ocurriendo adelante (recordar la secuencia VER, DECIDIR Y HACER). El segundo hábito se refiere a llevarla pelota en dos manos cuando nos encontramos adelante de los defensores,de modo tal que el defensor no sepa que vamos a hacer, ya que avanzando y con la pelota en dos manos podemos hacer muchos movimientos, en cambio con la pelota abajo del brazo (error común del rugby juvenil) le estamos informando al defensor que vamos a correr para el lado de la pelota ya que la mano libre queda para el hand off. El tercero es un hábito importantísimo que se realiza una vez realizado el pase, en realidad deberíamos incluirlo en la metodología de enseñanza del pase como parte del gesto técnico y es el de correr a apoyar al nuevo portador luego de pasarle la pelota, es decir paso a ser el apoyo interno (recordemos que lo mencionamos como clave para la conservación de la pelota) del nuevo portador, asegurándonos de este modo la continuidad y dejando de lado el mal hábito de desentenderse del juego luego de pasar la pelota, podríamos definirlo como EXISTE VIDA DESPUES DEL PASE. Para finalizar vamos a mencionar un gesto defensivo como el tackle, del mismo modo que luego de pasar soy apoyo, luego de tacklear soy recuperador, es por eso que es fundamental pararse y actuar luego de tacklear, recordemos que reglamentariamente los únicos dos jugadores que pueden intervenir en la situación post tacklepor cualquier lado son el tackleado y el tackleador, solo con ponerse sobre sus pies, sin ser necesario siquiera estar erguidos ya pueden participar del juego, es por eso que teniendo semejante ventaja sobre el resto debemos pararnos rápido para aprovecharla.

Por Germán Fernández

Fuente: Boletín Técnico URBA Nº40