Solemos analizar mucho menos nuestros triunfos que nuestras derrotas, sobreentendiendo muchas veces que nuestros triunfos son exclusivo mérito de nuestro juego; por el contrario, adjudicamos muy frecuentemente el triunfo de nuestro rival a falencias nuestras, sin tener en cuenta a veces una genuina mejor performance de nuestro oponente o sin reparar en detalles del juego del rival que han tenido directa influencia en el resultado del partido.
Como dice Sun Zu en su libro “El arte de la guerra”: “Si te conoces a ti y conoces a tu enemigo, nunca estarás en peligro; si te conoces a ti pero no sabes nada de tu enemigo, tus chances de éxito y fracaso son iguales; si no te conoces a ti ni sabes nada de tu enemigo, estarás siempre en peligro”. Sin ánimo de darle a estas líneas el tono dramático que la palabra “guerra” siempre implica, se trata simplemente de considerar las implicancias estratégicas y tácticas que conlleva todo análisis que nos acerque a un mejor conocimiento del equipo rival y sus consecuencias directas sobre el desarrollo del partido.
Hay tres momentos diferentes en los que resulta de gran utilidad analizar el juego del equipo rival: antes del partido, durante el partido y después del partido. En el primer caso, se trata de una evaluación profunda que busca no sólo detectar sus patrones de juego preferidos sino su organización dentro de la cancha (con sus puntos fuertes y sus puntos débiles) con el fin de hacer que nuestro rival sea para nosotros lo más previsible a la hora de enfrentarlos. Sobre este particular análisis tratarán estas líneas. En el segundo caso, se trata de detectar lo más rápido posible tanto sus movimientos tácticos de conjunto para contrarrestarlos como puntos flojos que se hagan evidentes desde el inicio del juego. En el tercer caso, el análisis retrospectivo nos sirve para evaluar nuestra propia actuación; tanto las causas de nuestros errores táctico- estratégicos como de nuestro éxito en los mismos rubros tienen bastante que ver con la actuación de nuestro rival y la evaluación más o menos acertada que hayan hecho sobre nosotros.
En estas líneas, como quedó dicho, nos referiremos al análisis previo al partido, es decir, qué cosas del juego del rival son evaluadas antes de enfrentarlo.
Todo análisis de juego tiene tres “pasos” impostergables que son:
a) La observación
b) La recopilación de datos derivada de dicha observación
c) Las conclusiones que dichos datos generan
La observación
El análisis del equipo rival previo a un partido se hace, obviamente, mirando videos de partidos disputados por dicho equipo. Mientras más partidos del rival podamos analizar, más confiable será el análisis. Mientras más recientes sean los partidos analizados, más confiables serán las conclusiones.
Es claro que la observación de videos resulta insuficiente para evaluar algunos movimientos de conjunto, sobre todo aquellos más amplios que hacen a posiciones de jugadores en la cancha. Pero en compensación, las imágenes de video pueden ser repetidas una y otra vez, buscando detectar detalles que a veces se pasan por alto en una primera mirada.
Es así como puede verse el video a analizar buscando algo diferente cada vez: por ejemplo, vemos el video una vez prestando atención sólo en cómo se mueve el equipo sin la pelota, otra vez observando los canales que elige para atacar, otra vez para ver scrums y line outs, etc, etc.
La recopilación de datos
Aquí lo más importante son dos cosas: primero, saber elegir qué queremos analizar y tener las planillas adecuadas para consignarlos; segundo, buscar permanentemente la detección de “patrones de juego”, es decir, movimientos, jugadas, costumbres, etc, que se repitan en forma consistente en el juego del equipo analizado de manera que nos permita detectar que ahí hay un sistema de juego establecido y decidido, y no simplemente un movimiento espontáneo o casual.
Esto no es difícil de detectar y vale tanto para situaciones de juego de conjunto como de jugadores individuales.
Veamos cómo hacerlo repasando muy (muy) brevemente punto por punto.
1- Obtención:
Evaluar las salidas del equipo rival: si son cortas o largas, si las cargan los wingers o no, si son centrales o esquinadas, si dividen a sus jugadores o no, si son siempre iguales o si varían. En la recepción, si esperan la pelota en zona o en subgrupos que se mueven.
Evaluar cómo juegan los scrums: si usan canal rápido o lento, si forman con ala derecho e izquierdo o abierto y cerrado, si la base la maneja en medio scrum o el octavo. Ante la introducción del rival, si giran o no, quiénes dirigen el giro, qué actitud tienen los alas, cómo manejan la base retrocediendo, quién se hace cargo. En los movimientos posteriores a partir del scrum: cómo juegan los scrums en cada sector de la cancha, de scrums a la derecha y de scrums a la izquierda, si se levanta el octavo o hacen movimientos cerca de la base, si abren a los backs para romper por el centro o si llevan la pelota a la punta, si su medio scrum es manualmente zurdo o derecho (influye en el primer pase), etc,etc,etc.
Evaluar cómo juegan los line outs: qué variantes utilizan en cada sector de la cancha, cuántas plataformas tienen, quiénes son sus saltadores, a qué posición la tiran en cada sector, quién es el que dirige los line outs (a quién hay que mirar más), qué jugadas utilizan. Evaluar los movimientos posteriores al line out: juego agrupado (maul), agrandamiento del ciego para atacar por allí, juego rápido con salteo al centro de la cancha, jugadas preparadas, etc. En defensa: si disputan el salto, si tacklean abajo, si esperan para empujar; todo esto puede variar en cada sector de la cancha, etc.
2- Utilización:
Aquí se evalúan muchas cosas, de las que cabe mencionar algunas de las más importantes: canales de ataque de preferencia, utilización de jugadores penetrantes-de quiebre, jugadores que usan para dar una primera puntada. Cantidad de gente que involucran en los rucks. Cómo intentan agrupar la defensa rival, cómo utilizan el cambio de frente. Utilización del pie: quiénes patean más, si el apertura es zurdo o diestro, evaluar cómo usan el pie los wingers y el fullback. Qué jugadas preestablecidas hacen en ataque, dónde se para el apertura y si es fácil llegarle. Quiénes son los tomadores de decisiones, si el equipo juega al compás del m. scrum o al compás del apertura. Si prefieren juego lateral de pases o penetrante agrupado, si tienen un contraataque peligroso, a qué jugador no hay que entregarle la pelota porque desequilibra, etc.
3- Defensa:
Aquí se evalúa lo relacionado al equipo sin la pelota.
Evaluar cómo marcan los backs: de adentro hacia fuera (defensa aislante), de afuera hacia adentro (defensa corrida), si salen de punta, si flotan, si interceptan. Cómo relevan, quiénes forman la segunda cobertura, cómo funcionan los internos. Dónde se para el fullback, si son seguros los tres de atrás en pelotas altas o al fondo. Cómo marcan cerca de las formaciones: si usan postes y guardianes, si éstos son permeables o no, si se abren rápido o después del segundo pase. Evaluar el área de cobertura de la tercera línea, si es amplia o cercana. Detectar cómo es el apertura defensivamente. Es el momento de detectar qué jugador, individualmente, es menos consistente en el tackle.
4-Otros datos útiles:
Acá se puede consignar cualquier cosa. Por ejemplo: qué jugadores son más indisciplinados, qué jugadores pueden no estar en su mejor forma física, si tienen discusiones entre ellos, si hablan mucho con el referee, si son de hablar mucho con los rivales, si son muy penaleros, si son ansiosos o si tienen paciencia y control… Todas las consideraciones individuales de cada puesto que resalten fuera de lo común o que puedan ser de influencia en el partido, etc, etc.
Las conclusiones
Esta parte es de suma importancia. Datos bien agrupados con conclusiones erróneas nos llevarán a un planteo equivocado de juego. Para las dos primeras etapas del análisis, más allá de la tarea personal de observación y reunión de datos, existen varios softwares de análisis de video que permiten agrupar las acciones de juego con los parámetros que se nos antojen. Pero las conclusiones, la etapa final del análisis, son responsabilidad indelegable de quien analiza.
La forma más útil y práctica para sacar conclusiones concretas y acertadas sigue siendo, para mí, el clásico sistema FODA (Fortalezas-Oportunidades-Debilidades-Amenazas; en inglés, SWOT: Strenghtness-Weaknesess-Oportunities-Threatness). Se trata de determinar, luego de ver los videos y siempre siguiendo nuestro criterio, cuáles nos han parecido los puntos fuertes del rival (y por lo tanto cuál es su principal amenaza para nosotros) y cuáles nos han parecido sus puntos débiles (y por lo tanto dónde están nuestras oportunidades para vulnerarlo). Repasando cada uno de los ítems contemplados en el análisis, cada uno de esos cuatro casilleros se llena con facilidad.
Queda para el final una observación más: todo este repaso que hemos hecho no debe hacernos olvidar la necesidad de conocer perfectamente nuestras virtudes y defectos como equipo. No debe dejar de hacerse en este caso el análisis FODA inverso: pensar qué puntos débiles de nuestro equipo atacaríamos si fuéramos el entrenador del equipo rival, y sobre qué aspecto de nuestro equipo tomaríamos especial precaución. Ambas respuestas nos ayudarán a reforzar nuestros puntos flojos y a hallar nuevas variantes de juego, para sorprender en ambos casos a nuestro adversario.-
Autor:Miguel A. Hernandez
Fuente:San Isidro Club(SIC)
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