La preparación para la performance deportiva es un proceso complejo en el cual intervienen el entrenamiento deportivo propiamente dicho y el conjunto de las condiciones en las que se mueve el jugador de rugby.
El entrenamiento deportivo comprende el conjunto de las tareas que aseguran una buena salud, una educación, un desarrollo físico armonioso, un dominio técnico y táctico, y un alto nivel de desarrollo de las cualidades específicas. Juegan un gran papel factores como el lugar del deporte en la sociedad, el nivel de desarrollo científico y técnico del país.
El entrenamiento del rugby, y de otros deportes, determina transformaciones morfológicas y funcionales múltiples. El estado de entrenamiento que refleja la adaptación biológica general del organismo de manifestar sus posibilidades máximas en el curso de una competición. Este implica componentes suplementarios como los conocimientos teóricos y la aptitud para movilizarse hasta el final de la lucha. Este estado de preparación condiciona la forma deportiva.
En el estado de entrenamiento se distingue habitualmente el entrenamiento general que resulta de ejercicios que mejoran la salud y aumentan las posibilidades generales y el entrenamiento especifico que resulta del perfeccionamiento en un campo especializado de actividad. Algunos describen igualmente el entrenamiento anexo que ocupa un lugar intermedio entre estas dos formas.
La elevación progresiva del nivel de las performances impone la necesidad de perfeccionar permanentemente todos los aspectos de la preparación del deportista. El dominio del progreso de las performances implica que se examinen atentamente las teorías referentes a la preparación, de manera que se determine las que están más de acuerdo a la realidad y cuáles son las que tienen más futuro.
El examen de los programas de entrenamiento utilizados en los países más desarrollados en rugby de primer nivel, así como los datos históricos, permite definir las orientaciones que han generado más progreso:
- La primera orientación, que juega un papel fundamental, es el progreso rápido de los volúmenes de trabajo dedicados al entrenamiento. A pesar de todo, el aumento de volumen no es un aval sistemático de éxito: el estancamiento de los resultados de numerosos equipos lo prueba.
- La segunda orientación consiste en la adaptación del trabajo de entrenamiento al objetivo planteado. Esto se traduce en un aumento del volumen de entrenamiento específico y en el aumento de la parte relativa de la preparación anexa al trabajo general de entrenamiento. La preparación general pierde su papel preponderante; es utilizada sobre todo como medio de reposo activo.
- La tercera orientación, se basa en el desarrollo de los nuevos medios de entrenamiento. Actualmente, es igualmente posible desarrollar las cualidades físicas mientras se trabaja en el perfeccionamiento técnico, organizar el entrenamiento de manera que se movilicen hasta el límite los recursos funcionales o crear un atención psíquica muy intensa, intensificar los procesos de adaptación trabajando por término medio, trabajos en cuestas, con trineos, etc.
- Finalmente la cuarta orientación está constituida por el perfeccionamiento de la organización del entrenamiento. El análisis de la evolución de la práctica actual permite afirmar que en los próximos años lo esencial del perfeccionamiento del entrenamiento tenderá al establecimiento de las bases científicas. Ellas son las que permitirán definir las estructuras de entrenamiento más aptas para orientar el desarrollo del deportista, y realizar la preparación más adaptada al nivel de resultados proyectado.
Por eso el perfeccionamiento constante en Rugby, la actualización de contenidos, el intercambio de información, los seguimientos y estudios con nuestros jugadores marcarán el nuevo rumbo en la preparación física de alto nivel.
Fuente:rugbyTime
Autor:Profe Juan Casajus
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