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viernes, 17 de febrero de 2012

Motivación en el rugby

“Mi experiencia a lo largo de los años me dice que la motivación es quizás el fenómeno más desconocido en la psicología del deporte. Supongo que conocemos pocos tipos de psicologías deportivas para contestar si se nos preguntara, ya que creo que nosotros (los psicólogos) no hemos tenido el éxito que deberíamos en nuestro mensaje educativo para el mundo deportivo.
Todavía me cruzo con entrenadores (cada vez menos satisfechos) que piensan que un psicólogo deportivo es esencialmente “un motivador”. En ocasiones aún encuentro gente que me dice: “Motivación Dave. Eso es lo que tú haces ¿no? Motivar a la gente” Bueno, pues no amigo, eso no es lo que yo hago. No la mayoría del tiempo”.

Así comienza un artículo sobre motivación Dave Hadfield, que es psicólogo y trabajó contratado por la Unión de Rugby de Nueva Zelanda para desarrollar líderes de equipos de rugby.
En este artículo sostiene que para comprender el concepto de motivación, que es una cuestión compleja, deberíamos pensarla sobre tres términos: dirección, esfuerzo y constancia.
“La dirección (así lo explica Hadfield) se refiere a lo que estamos motivados a hacer o a ser. Algunos jóvenes están motivados a ser los mayores fumadores de narcóticos, o a ser los que beban más rápido en el barrio. Otros están motivados a ser los mejores jugadores de rugby que puedan ser, para representar a sus clubes, para mejorar sus destrezas semanalmente y conseguir sus objetivos.
Todas son motivaciones, lo que ocurre es que la gente se motiva por cosas diferentes y en diferente caminos.
Por supuesto, si un jugador de rugby está motivado para ser el mejor bebedor entrarán en conflicto de aspiraciones.”
El esfuerzo se explica por si mismo. Se refiere a cuanta energía, compromiso, cuanto trabajo ponemos en el objetivo en el que estamos concentrados.
Y por último la constancia se explica incluso razonablemente por sí misma.
¿Cuán resistente es un jugador al encarar obstáculos? Si él no es elegido por sus entrenadores para integrar el equipo al que ha estado esforzándose para llegar, ¿pensará que los seleccionadores son estúpidos, que no ven mas allá de sus narices, abandonará el equipo y se irá molesto? O pensará “bien, no puedo controlar las mentes y las decisiones de los entrenadores, pero puedo controlar mi esfuerzo y mi juego. Trabajaré tan duro y seré tan bueno que ellos no podrán rechazarme la próxima vez”.
Entonces el jugador se va y se pone a trabajar en ello.
Esta es una simplista definición de motivación, pero nos va a permitir pensar que puede hacer un entrenador o inclusive un entrenador psicólogo para desarrollar la motivación en uno de sus jugadores. Si lo pensamos, bien diría que es muy poco los que se puede hacer. Nada podemos hacer sobre la elección del otro, mucho menos por el esfuerzo y la constancia, en todo caso solo podemos alentarlo y utilizar ese aliento para que vea que su elección, su esfuerzo y su constancia no caen en saco roto y son tenidas en cuenta por sus entrenadores.
Podría decir, bueno fin al tema de motivación. Pero veamos como se puede profundizar el tema y tratar de hacer un poco más de luz. En otros artículos me he aproximado al tema y he expresado algunas ideas que voy a repetir en esta ocasión. Primero me gustaría seguir aclarando que en el rugby argentino donde el 95 % de los jugadores trabaja, estudia y muchos ya mantienen a sus familias, hablar del tema motivación parecería un absurdo. Por qué un jugador de rugby jugaría este juego si no es porque está motivado para hacerlo? Porque un tipo entrenaría martes y jueves con frío hasta las 12 de la noche, si no está motivado para hacerlo, además por qué otra cosa, que no sea porque está motivado se mataría en el gimnasio, le restaría horas a su trabajo, a su profesión, a su familia, sino es por el gusto de entrar a una cancha con sus amigos.
Bien, a eso yo no llamo motivación. Motivación es una palabra, que al igual que voluntad, representan aquello que tiene que ver con un sobre esfuerzo, con un trabajo mayor, con hacer algo que va en contra de lo deseado. La Voluntad o la Motivación mueren en el Deseo. Todo lo que se hace con la fuerza del Deseo, no necesita de la voluntad ni necesita ser motivado. Alguien me dijo alguna ves acertadamente: “decime cuantos fanáticos tenes en tu plantel y te voy a decir como terminas en el campeonato”. El rugby en la argentina es un deporte de fanáticos amantes de lo que el rugby les da. En todo caso podremos trabajar sobre las desviaciones que este fanatismo ocasiona. Digamos que si la cultura del jugador de rugby es que el sábado después del partido sale con sus amigos a destrozar un boliche y a tomar todo el alcohol que tenga por delante. Como diría Hadfield, el problema es que también está motivado para hacer otras cosas que disminuyen su rendimiento en la cancha. Por lo tanto eso tiene que ver con un cambio de cultura y tiene que saber que rugby es igual a entrenamiento, alimentación y descanso. Si esto es entendido sabemos que la dirección la podemos enderezar y allí estará parte de nuestro trabajo y eso no lo haremos con el plantel superior sino con la cultura del club y eso se empieza desde abajo, trabajando con las divisiones infantiles y juveniles.
Para mejorar el esfuerzo y la constancia de los jugadores que tenemos en nuestro club es siempre necesario pensarlo como una responsabilidad institucional y cuanto mejores sean las condiciones que les damos a nuestros jugadores mejores serán los resultados. Y verán como los esfuerzos personales y las constancias de nuestros jugadores se verán incrementadas. Desde ese punto de vista son muchísimas las cosas que se pueden hacer desde lo institucional para mejorar la motivación.
Si en algún momento los dirigentes de un club se plantean como mejorar la motivación sin duda antes de contratar a un entrenador psicólogo, deberían analizar cueto pueden hacer personalmente para mejorar las condiciones de los jugadores, de esa forma potenciaran la capacidad de motivación de los distintos planteles.

Otro punto que ya he desarrollado en otros artículos es la necesidad de combinar caramelos y palos. Es siempre ventajoso decir primero lo que se hace bien y luego plantear aquello que hay que mejorar. Eso es parte de la motivación que un entrenador puede dar.

Nos aconseja Hadfield a los entrenadores que: “Si no podemos mejorar la motivación cuando el jugador vaya a jugar en tu equipo, en el peor de los casos no deberíamos dañar la que ya existe. Puede sonar muy duro lo que digo, pero pensemos en ello. Preguntémoslo si nuestra forma de entrenar está ayudando a nuestros jugadores a mejorar sus habilidades, su toma de decisiones, su salud y su diversión en los entrenamientos y en los partidos. Si podemos responder “SI” (y estas en lo cierto) me quitaré el sombrero, estas haciendo un trabajo perfecto y necesitamos más gente como tú. Si algunas veces te preguntas si estas desanimando a un jugador, o si no estas llegando realmente a él con tu entrenamiento, pregúntate ¿qué quiere este jugador? ¿Por qué apareció al principio de la temporada para jugar a rugby? Usando una expresión empresarial moderna “¿Qué asombroso resultado esperaba para su pasta?”
Si podemos responder a estas preguntas, estamos en el buen camino para ser capaces de motivar a nuestros jugadores, y lejos de “dañarlos”.
Digamos entonces que si no podemos motivar, no arruinemos la motivación que ya tiene, porque de lo contrario estaremos bajando más su autoestima, nadie es sensible positivamente al grito, al maltrato, a la reprimenda. Si un jugador no hace lo que deseamos, es simple a ese jugador le falta entrenamiento, o no está haciendo lo que le gustaría hacer. Cuanto más conocemos a nuestros jugadores, mas fácil es encontrar la veta que tenemos que tocar para motivarlos.

Otras cuestiones a tener en cuenta en el tema son saber cuanto de placer hay en la tarea que este jugador hace, es decir cuanto disfruta de su juego. Que compromiso tiene ese jugador con sus amigos y compañeros de equipo. Que consigue ese jugador entrando a la cancha (tener amigos, jugar bien, ganar, tener mayor status social, mayor reconocimiento). Y finalmente cuales son sus condiciones físicas y de salud.

En la medida que tengamos en claro estos temas de cada uno de nuestros jugadores, seguramente vamos a ser más exitosos a la hora de motivar. Si a estas cuestiones le agregamos mayor conocimiento sobre su vida personal, sus gustos, sus otras motivaciones, su familia, sus núcleos de intereses, entonces será siempre más sencillo nuestro trabajo a la hora de motivar.


Les dejo un vídeo que es bastante motivador, por solo hecho de ser Amateur todavía, jugando mundiales y ahora entrando a otro torneo importante, quien mas Los Pumas.



Fuente:Desde Abajo rugby
Por: Jorge Collado

1 comentario:

Hugo dijo...

Hola, buen artículo.
Tienes el artículo original de Dave Hadfield
Gracias.