La comunicación del entrenador

El éxito de todo entrenador gira en torno a la capacidad de comunicar. Un buen entrenador, además de enseñar, tiene un papel fundante en la personalidad de sus jugadores. Es el encargado de guiar los procesos de identificación. Nuestro ‘Yo’ está formado por diferentes etapas, donde nos vamos identificando con las cualidades de aquellas personas que han tendido un papel significativo a lo largo de la vida. Al principio estos recaen en los primeros objetos de amor de la familia por que necesita hacerse como otro para poder ser un SER humano.

Más tarde en su inserción en la sociedad, es completada por las cualidades sobresalientes de su primera maestra, los profesores, sus entrenadores, sus ídolos del deporte, de la música. Son esas personas a las que nos queremos parecer asimilando ciertos rasgos, forma de ser y modelándonos sobre ellos. La identificación es un proceso inconsciente, no una simple imitación y se relaciona a algo en común admirado formando un lazo afectivo.

¿Quién no recuerda a ese entrenador que con su palabra, su actitud, su mirada dejó una huella en nuestras vidas? Aquel a quien podíamos acudir, que nos escuchaba, el que siempre tenía una respuesta, una palabra, una forma de ser que todavía se mantiene en nuestra memoria.

Bien sabemos que ganar va más allá del talento y una buena preparación física. Los equipos poseen diferentes estrategias, muchos jugadores, distintas forma de juego, de entrenamiento, etc., pero cuando hablamos de equipos exitosos, hay una sola cosa que poseen en común: una fuerte comunicación.
Con muchos jugadores que trabajo siempre surge este tema. Se sienten no reconocidos en su esfuerzo, confundidos, desmotivados, con miedo a decir lo que les pasa, etc. El problema no radica en falta de talento, de motivación, de voluntad, de liderazgo. Siempre se enfoca en una deficiente manera de comunicarse. Se oculta lo importante volviendo a repetir siempre los mismos errores.
Una buena comunicación cumple un papel fundamental para transformar la visión en realidad. Los entrenadores educan, enseñan, motivan a su equipo en la consecución de un logro. Se puede comunicar sin motivación, pero no se puede motivar sin una buena comunicación. Se comunica no sólo con la palabra, la mirada, la escucha atenta, la postura, el tono de voz. Estos factores no verbales son más importantes que el contenido de lo que se quiere transmitir.

Crear confianza no proviene solo de un buen “speach” y una mano en el hombro, sino de una mirada clara y confiable. Los entrenadores que demuestran que son rectos, honestos, creíbles, íntegros, y que comunican su forma de ser de una manera abierta y clara, tienen la mitad del trabajo hecho. Ya se pueden sentar a planificar los objetivos del año, pues lo más importante, la creación de un fuerte vinculo entrenador-jugador, se ha logrado. Al equipo no le importa tanto cuanto se sabe, sino más bien cuanto les importa sus jugadores.

De acuerdo a como un mensaje es trasmitido afecta a como es interpretado. He oído decir que el equipo es el que se tiene que ajustar al entrenador, pero esto es a la inversa. Ellos son los encargados de la trasmisión de una clara información, de destrabar los ruidos que pudieran confundir utilizando canales formales e informales, como asimismo, revisar la información con los demás entrenadores del plantel, las circulares y comunicaciones en general. Frecuentemente se cree que el mensaje emitido es igual al mensaje recibido y no es así. Lo que se dice en un lado debe ser igual al que se escucha en otro.

Los buenos entrenadores comunican, no solo informan. Además poseen el arte de saber escuchar lo que produce una doble ganancia. Va y viene; ayuda a comprender lo que dice el otro creando relaciones positivas en el grupo. Escuchar genera respeto. No solo hacia ellos, sino hacia sus ideas, reforzando su estima al sentirse reconocido como persona. Compartir con el equipo lo que uno piensa, siente, necesita, genera un canal abierto donde se puede manifestar y conocer las demandas y necesidades de los demás.

Fuente:Rugby Time
Autor: Lic. Julia Alvarez Iguña,Psicología aplicada al Alto Rendimiento.