Prevenir las lesiones que ocurren por el entrenamiento

Son muchas las ocasiones en que el jugador me visita porque no pudo terminar su entrenamiento debido a que se le carga mucho la zona baja de la espalda. Cuando comienzo a preguntar por su preparación física, dice que hace pesas, (hoy día es casi incompatible jugar rugby sin hacer pesas como parte de su entrenamiento) hace la parte aeróbica, etc, etc.

Jamás menciona el trabajo de flexibilidad, como si esto no formara parte de la condición atlética del jugador de rugby. Sí me dice que le aconsejaron reforzar sus músculos espinales, para que le mejore ese molesto dolor.

Me pregunto, ¿un jugador de rugby tiene sus espinales debiles? O quizás demasiado acortadas sus diferentes cadenas musculares, situación que no le permite realizar sus movimientos con libertad acarreándole dolores e ineficacia en la correcta ejecución de sus gestos motores.
Observemos como lo que pareciera una buena flexibilidad en este deportista no lo es. Para lograr tocar el suelo, debe tirar la cadera hacia atrás y la línea de sus miembros inferiores no respeta la perpendicular al piso, a saber: abre sus tobillos, su cadera no llega ni siquiera a 90° de flexión, sus espinales lumbares están tan rigidos que al ser puestos en tensión lo ponen de manifiesto en la zona lumbar, exageran la cifosis dorsal y hacen desaparecer la curvatura cervical.



Fuente:Rugby Time
Por: Sergio Carosio